La Junta de Gobierno ha comunicado su dimisión a todos los colegiados, después de que la Moción de Cesura se aprobase con 54 votos a favor y 20 en contra.
Habíamos sido el único grupo de representantes que votó en contra de los actuales presupuestos, que han demostrado su debilidad a la primera ocasión que han sido puesto a prueba.
Protestamos contra la falta de respuesta frente a un sonado caso de intrusismo profesional, cuando el silencio de la Junta de Gobierno contrastó con la enérgica posición del Consejo Superior o del Colegio de Aparejadores.
Contrataciones arbitrarias de personas, despidos con motivación poco clara que han ocasionado la paralización o desaparición de servicios, falta de respuesta a la petición de explicaciones, caos en la formación, y un largo etc.
La gestión ha dejado una colección de demandas, por asuntos laborales, contratos rescindidos unilateralmente, asuntos de la fundación etc…
La actuación frente a la actual crisis ha consistido en aumentar la ya enorme deuda del Colegio mediante un nuevo crédito de un millón de euros y reducir drásticamente los servicios a los colegiados.
El Colegio no ha sido capaz de redactar eficazmente unas enmiendas a la Ley del Suelo de la CAM, limitándose a reenviar los trabajos individuales de algunos colegiados.
Por todo ello promovimos y apoyamos la moción de censura que tan amplio respaldo ha encontrado.
Ahora, solo importa el futuro del Colegio. Deseamos mucha suerte a la Junta de Edad. En poco tiempo un nuevo equipo se hará cargo de la gestión colegial; será necesario romper con las inercias fracasadas del pasado y plantear una opción seria, responsable y con una nueva visión del futuro del Colegio.